domingo, 15 de noviembre de 2020

22. Margit Slachta , hubo muchos Oskar Schindler y algunos fueron mujeres

 


Una película afortunada catapultó a la fama a Oskar Schindler, pero, además de él,  fueron muchos los hombres y mujeres que se jugaron la vida por salvar a miles de judíos del Holocausto. La mayoría de ellos no son tan conocidos como el ¡protagonista de la película de Spielberg, aunque también merecerían un film. Para representar a todos esos desconocidos elijo hoy a  Margit Slachta, una húngara poco conocida que junto, a otras mujeres unidas bajo su inspiración, salvo a miles de judíos de una muerte cierta. Católica, activista del feminismo, defendió los derechos humanos desde el activismo y la política activa. Nació el 18 de septiembre de 1.884 en Košlice (o Kassa), que entonces formaba parte del Imperio austrohúngaro.

Comenzó trabajando en la enseñanza, como profesora de francés y alemán.  El sinsentido de las leyes anti-judías promulgadas tras la invasión de Hungría por parte de los nazis despertó en ella un sentimiento de rabia e indignación. Una de sus aspiraciones pasaba por poder formar parte del parlamento de su país para poder luchar en favor de las mujeres. Fundadora de la Unión de Mujeres Católicas, que luchaba por el voto femenino, Margit consiguió romper el techo de cristal de la política y en 1920, a sus treinta y seis años, se convirtió en la primera mujer en ocupar un escaño en la Dieta húngara. En 1923 fundó las Hermanas de Servicio Social. Las Hermanas Sociales eran bien conocidas por toda Hungría por sus labores de enfermería, partería y cuidado de huérfanos. Pronto fueron conocidas en Budapest, donde abrieron sus puertas a personas necesitadas, centrándose en los huérfanos, las mujeres embarazadas y desamparadas y los enfermos. También fundaron escuelas para formar a trabajadores sociales que ayudaran en el futuro en la misión de las Hermanas de Servicio Social. Las Hermanas de Servicio Social seguían los dictados de la espiritualidad benedictina y sentían una especial devoción por el Espíritu Santo. Daba también clases de justicia social cristiana. Margit Slachta unió así la política con la acción directa a través de actos caritativos y plasmó sus ideales en escritos espirituales y artículos reivindicativos.

Cuando en 1938 las primeras leyes anti-judías empezaron a amenazar la vida de esta comunidad en Hungría, Margit no les dio la espalda y denunció en su periódico La voz del espíritu lo injusto de tales medidas. El gobierno intentó silenciar a aquella mujer que hablaba claro sobre los derechos humanos cerrando en 1943 su publicación, que ella continuó difundiendo de manera clandestina.

Ni ella ni sus hermanas se amedrentaron ante la creciente amenaza que se vertía cada día con más virulencia sobre los judíos húngaros y que culminarían con la ocupación del país por parte de los nazis y las primeras deportaciones masivas. Sus convicciones religiosas, basadas en la justicia social, no le permitían mirar hacia otro lado. Ni tan siquiera cuando sabía que su vida correría peligro.

Sin descanso, las Hermanas de Servicio Social, se trasladaron a los guetos judíos para facilitarles ropa y alimento y se jugaron la vida escondiéndolos en sus casas. Sus actividades clandestinas pronto fueron puestas al descubierto y Margit fue detenida y torturada. Pudo salvar la vida, pero lloró de rabia por la muerte de su compañera Sára Salkaházi. Nada ni nadie, sin embargo, iban a permitir que ella y sus hermanas abandonaran su labos en Hungría.

Hungría se unió las Potencias del Eje en 1940. En otoño de 1940, las familias judías de Csíkszereda fueron deportadas y enviadas a Körösmezö en Carpathia-Ruthenia. Margit Slachta respondió inmediatamente a los informes de 1940 sobre el desplazamiento temprano de judíos, escribiendo al sacerdote parroquial de Körösmezö pidiéndole averiguar por su bienestar. El proceso fue detenido en la tarde del 9 de diciembre, cuando un telegrama del Ministerio de Defensa ordenó la liberación de los detenidos. Era el mismo día en que estaba fechada su carta al sacerdote. El reporte reveló que el capitán a cargo de la operación recibió un telegrama a las 7:00 p.m. en donde se le ordenaba que liberara a los prisioneros judíos de manera inmediata, así como su traslado de vuelta a Csíkszereda, (El texto en cursiva está tomado literalmente  de Wikipedia).

Cuando terminó la guerra, Margit Slachta regresó al Parlamento húngaro. En 1947 se presentó con el partido independiente conocido como Liga de Mujeres Cristianas que consiguió cuatro escaños en la Dieta. Margit había sobrevivido al horror del nazismo pero la llegada de un nuevo régimen no mejoró las cosas. El comunismo no le permitió continuar con su labor política y asistencial en su propio país.En 1949 se vió obligada a emigrar a los Estados Unidos con la esperanza nunca cumplida de regresar algún día a su hogar. Murió en Búfalo en 1.974. En 1985, once años después de su muerte, la organización judía Yad Vashem nombró a Margit Slachta Justa entre las Naciones.


lunes, 2 de noviembre de 2020

21. Alice Ball y el medicamento contra la lepra


 

Alice Augusta Ball (Seattle, 24 de julio de 1892 – Hawái, 31 de diciembre de 1916) fue una científica y química estadounidense que desarrolló un extracto de aceite inyectable que fue el único tratamiento efectivo contra la lepra hasta la aparición de los antibióticos en 1940. Y Fue la primera mujer afroamericana que se graduó en la Universidad de Hawái con un máster.


Alice Augusta Ball nació el 24 de julio de 1892 en Seattle (Washington, EE. UU.) y era hija de James Presley y Laura Louise (Howard) Ball. Su familia era de clase media acomodada. Su padre fue editor de periódico, fotógrafo y abogado.​ Su abuelo, James Ball  fue un famoso fotógrafo y uno de los primeros afroamericanos en Estados Unidos en aprender la técnica del daguerrotipo. James Ball  Se mudó a Hawai con su familia en 1903, pero falleció al año siguiente. Esto llevó a su familia a tomar la decisión de regresar a Seattle en 1905.

Después de regresar a Seattle, Ball estudió en la escuela secundaria, donde se graduó con distinciones en ciencias en 1910. Posteriormente ingresó en la Universidad de Washington para estudiar Química.


Al cabo de cuatro años de estudio obtuvo un título en Química farmacéutica y Farmacia. ​ Tras graduarse, Ball recibió becas para estudiar en la Universidad de California Berkeley y en la Universidad de Hawái.​ Decidió mudarse a Hawái para estudiar un máster en química. En 1915 fue la primera mujer y la primera afroamericana de Estados Unidos en obtener un título de máster de la Universidad de Hawái. 


Mientras trabajaba en su tesis, el Dr. Harry T. Hollmann, un médico asistente en el Hospital de Kalihi en Hawái, le pidió que le ayudase a desarrollar un método para aislar los compuestos químicos activos en el aceite de chaulmoogra. El aceite de chaulmoogra ya había sido utilizado para el tratamiento de la lepra con buenos resultados. El problema era que la mayoría de los leprosos dejaban al poco tiempo el tratamiento porque  era muy  amargo y revolvía el estómago.​ Ball desarrolló un proceso para aislar los ésteres de etilo de los ácidos grasos en el aceite de chaulmoogra para que pudieran ser inyectados, pero falleció antes de poder publicar sus resultados.​ Arthur L. Dean, que era un químico en la Universidad de Hawái, continuó su trabajo y comenzó a producir grandes cantidades de extracto inyectable de chaulmoogra.


​Hasta ese momento, a los enfermos de lepra se les aislaba en una isla. En 1918, un médico de Hawái informó en el Journal of the American Medical Association que un total de 78 pacientes habían sido dados de alta en el Kalihi Hospital gracias a las inyecciones obtenidas con el procedimiento descubierto por Ball, y pudieron hacer una vida prácticamente normal, regresando a sus casas, viviendo con sus familias y trabajando.​ El éster de etilo aislado fue el tratamiento recomendado contra la lepra hasta que se descubrieron los antibióticos en la década de 1940.


Alice Augusta Ball murió el 31 de diciembre de 1916 a la edad de 24 años. Cayó enferma durante sus investigaciones y volvió a Seattle para recibir tratamiento pocos meses antes de su muerte. En 1917 un artículo del periódico Pacific Commercial Advertiser sugirió que la causa de su muerte podría haber sido envenenamiento por cloro mientras impartía clases. Sin embargo la causa real de su muerte se mantiene como desconocida, ya que su certificado de defunción original fue modificado para indicar que la tuberculosis fue la causa de su muerte.


A pesar de que su carrera como investigadora fue corta, Ball introdujo un nuevo tratamiento para la enfermedad de Hansen (o lepra) que continuó utilizándose hasta la década de 1940. La Universidad de Hawái no reconoció su trabajo durante casi 90 años. Finalmente, en el año 2000, la universidad le rindió homenaje dedicándole una placa con su nombre, situada sobre el único árbol de chaulmoogra del campus. El mismo día, la vicegobernadora declaró el 29 de febrero como «el día de Alice Ball», que se celebra cada 4 años. En ​2007 la Universidad de Hawái la galardonó de nuevo con la Medalla a la Distinción.