A lo largo del Antiguo Egipto hubo varias mujeres que gobernaron como faraones. Las más conocidas son Hatsetsup y Cleopatra VII, pero hubo algunas más. La que nos ocupa sería la primera de ellas.
Nitocris, hermana y esposa de Menenra II, hijo de Pepi II. Vivió en una época muy convulsa: la dinastía VI, la última del Imperio Antiguo, cuando el poder del faraón estaba ya muy amenazado por los sacerdotes de Amón y los gobernadores locales. Menenra II tuvo un reinado muy corto, pues fue asesinado durante un periodo de hambruna en el caos de esta lucha por el poder. Nitocris, como esposa del faraón y también hija del anterior faraón, Pepi II, asumió el trono. Decidida a vengar el asesinato de su hermano-esposo, mandó construir una sala de banquetes en el palacio. Con la excusa de inaugurarla, invitó a un banquete a todos los que tuvieron que ver con el crimen, en una especia de "acto de reconciliación". Durante el banquete la sala, completamente cerrada, fue inundada por un canal que desviaba hacia su interior agua del Nilo, muriendo ahogados todos los conspiradores. Posteriormente Nitocris se suicidó prendiendo fuego al palacio y muriendo entre las llamas. A Nitocris no la hubiera sucedido nadie, sumiéndose el país en el caos del Primer Periodo Intermedio.
Es mencionada por Herodoto y Manetón, el sacerdote egipcio que puso por escrito una relación de todos los faraones egipcios organizados por dinastías y la cronología de sus reinados, aunque no coinciden en la duración de su reinado. Por otro lado, hay quien defiende que Nitocris nunca existió y que su leyenda es una creación de la Baja Época (periodo que va de la dinastía XXVI a la derrota del imperio persa por Alejandro). De momento, y hasta nuevos descubrimientos, todo está por confirmar.
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