Gladys Brown nació en 1930 en el condado de Dinwiddie, Virginia, un sitio "muy rural".
Su familia tenía una pequeña granja, y ella estaba destinada a trabajar en el campo con ellos, pero tenía otras ambiciones: no quería quedarse allí recogiendo tabaco, maíz o algodón como sus vecinos. Tampoco quería trabajar en la fábrica cercana, machacando las hojas de tabaco para confeccionar cigarrillos o preparar tabaco para pipas.
Comprendió que su camino pasaba por marcharse a la ciudad, donde tendría otras oprtunidades. Cuando fue accediendo a más educación, obtuvo calificaciones más altas y aprendió que la educación era lo que me ayudaría a salir de allí.
Terminó secundaria con unas notas tan altas como para asegurarse una beca universitaria. Al principio no sabía qué estudiar, porque destacaba en todas las materias y le aconsejaron que eligiera matemáticas o algo tan difícil que eligiera poca gente. Y se decidió por las matemáticas, algo que en su Universidad cursaban muy pocas mujeres. La pocas compañeras mujeres que tenía se dedicaron a la enseñanza. Ella también lo hizo durante dos años, y entonces tuvo la oportunidad de trabajar en la base naval de Dahlgreen. Allí, West recopilaba y procesaba información de satélites, y la usaba para determinar su posición exacta.
Al mismo tiempo que West trabajaba como matemática, el movimiento por los derechos civiles en EE.UU. ganaba fuerza. Pero ella tuvo que mantenerse al margen porque, al trabajar para el gobierno, podía traerle problemas para su trabajo. En la base sólo habia otros tres negros, una mujer y dos hombres. Gladys se casó con Ira West, uno de sus compañeros. West continuó trabajando como matemática y su trabajo fue recompensado cuando la directora de su departamento la nominó en 1979 para recibir una mención. Así, West fue recomendada para encargarse del proyecto del radioaltímetro Seasat, el primer satélite que podía observar remotamente los océanos.
Tras retirarse en 1998 después de una carrera de más de 40 años. West regresó a la educación e inició un doctorado que tuvo que interrumpir cuando sufrió un derrame cerebral que afectó su audición, vista, equilibrio y movilidad. "De repente", dice, "estas palabras me vinieron a la mente: 'No te puedes quedar en la cama, tienes que levantarte y terminar tu doctorado, Y West lo logró.
Su historia y sus logros, sin embargo, no salieron a la luz sino hasta que un estudiante de su universidad, leyó una breve biografía que West había entregado para un acto de alumnos. Entonces, comenzaron a aparecer diversos artículos sobre West aparecieron en la prensa local, estudiantes escribieron sobre ella y West fue reconocida oficialmente por el Senado de Virginia "por su innovadora carrera en matemáticas y por su contribución vital a la tecnología moderna". En 2.017, el capitán Godfrey Weekes, comandante en Dahlgren, dijo que West había jugado un "rol fundamental" en el desarrollo del GPS.
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