jueves, 10 de septiembre de 2020

16. Ángela Ruiz Robles, la precursora del ebook


Si rastreamos los datos que nos dicen quién fue el inventor del ebook que conocemos en la actualidad, encontraremos a un hombre llamado Michael Hart y una fecha, 1971. Efectivamente, el que fuera el creador del Proyecto Gutenberg para facilitar el acceso a los libros digitalizados, se acepta como el inventor del ebook. Pero unos veinte años antes, en un pueblo recóndito de una España autárquica y sumida en una larga postguerra, una mujer con inquietud y pasión por el conocimiento, patentó un artilugio que pretendía ser una suerte de libro mecánico que redujera el espacio ocupado por la gran cantidad de libros que podía ocupar una disciplina de estudio y que permitiera adaptarse a las necesidades de cada lector. Como si de un Julio Verne en femenino se tratara, aquella maestra gallega llamada Ángela Ruiz Robles, soñó con un invento que nadie entonces quiso comercializar pero que décadas más tarde, se ha convertido en un objeto prácticamente indispensable para lectores y estudiantes.

Ángela Ruiz Robles nació el 28 de marzo de 1895 en la localidad leonesa de Villamanín en el seno de una familia acomodada.  Su padre, Feliciano Ruiz, era farmacéutico, y su madre, Elena Robles, ama de casa. Ángela inició sus estudios superiores en la Escuela de Magisterio de León.  Desde el momento en el que pisó por primera vez como docente un aula, supo que entre esas cuatro paredes de la Escuela de Magisterio de León se encontraría con sus dos grandes pasiones: su vocación por la enseñanza y su afán por facilitar el aprendizaje a sus alumnos. Fue en esta misma institución donde impartiría años después clases de taquigrafía, mecanografía y contabilidad mercantil. En 1917 fue docente y directora en la Escuela de Gordón, en León. En 1918 obtuvo la plaza de maestra en Santa Eugenia de Mandiá, una aldea próxima a Ferrol. Estuvo allí hasta 1928.

Ángela se convirtió en una maestra de gran valía que impartió clases en distintas escuelas e incluso en algunas de ellas llegó a ser su directora. También crearía su propia academia para adultos en la que impartiría ella misma clases para opositores, así como alfabetización de adultos entre la población obrera.

Además de su faceta como docente, Ángela, un espíritu incansable, llegó a escribir dieciséis libros versados en gramática, ortografía y taquigrafía y dio conferencias sobre dichos temas.

Mientras Ángela dedicaba su vida a la enseñanza, su mente fue gestando una idea genial. Observando a sus alumnos, cargados siempre de libros, y viendo la necesidad de impartir una educación que tendiera a adaptarse a los estudiantes, imaginó un artilugio que facilitara la lectura de libros.

Su primer invento fue patentado con el número 190698 el 7 de diciembre de 1949 sin que recibiera el interés ni de la comunidad científica ni de ninguna empresa susceptible de comercializarla. 



Su invento,la Enciclopedia Mecánica, que tenía el tamaño de una pequeña maleta, constaba de dos partes, En una se introducían unos carretes que contenían las lecciones de las diferentes asignaturas y niveles, que se iban cambiando según necesidades. El prototipo incluía las materias de Inglés y Francés, y cambiando los carretes se iba adaptando a la edad y necesidades de los alumnos. En la otra parte, unas teclas con letras y números permitían escribir textos.

A pesar de que Ángela Ruiz recibió muchos reconocimientos en España y otros países como Francia o Bélgica, no hubo ninguna empresa que quisiera comercializar su Enciclopedia Mecánica. Solamente una propuesta le llegó desde EEUU en 1970 pero la rechazó con la esperanza de que alguna institución de su propio país hiciera realidad su sueño. Quería que se fabricara en España, pero nadie en España financió su proyecto.

En 1998, el Ayuntamiento de Ferrol le rindió un homenaje a toda su labor realizada en el Colegio Público Ibáñez Martín, su último lugar de trabajo. "Doña Angelita", como la llamaban,  Ruiz Robles fallecía el 27 de octubre de 1975.

Pocas décadas después, el mundo no se sorprende al ver un dispositivo electrónico de pequeñas dimensiones y altas capacidades. Ella, una mujer en la España franquista, donde sólo podía aspirar a ser ama de casa o, a lo sumo, maestra de escuelas femeninas, imaginó un libro que bien podría haber sido el precursor de los sofisticados libros electrónicos actuales.  Desde el 2006, la Enciclopedia formó parte de la Exposición del Museo Pedagógico de Galicia (MUPEGA)4​ en Santiago de Compostela (La Coruña) hasta el 4 de mayo de 2012, que pasó a la Exposición permanente del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de La Coruña. 

Poco a poco se ha ido conociendo su historia. El siguiente vídeo, de televisión española, resume en pocos minutos la historia de nuestra protagonista.


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Concha, historias como ésta debe haber a montones. Al meno el tiempo va poniendo a la gente en su lugar, Gracias por leer y comentar.

      Eliminar