sábado, 28 de agosto de 2021

58. Katherine Johnson, una vida de pelicula

 

Doodle dedicado a Katherine Johnson


Esta es la historia de una niña afroamericana que lo contaba todo; los pasos que necesitaba para cruzar la calle, los pasos que había hasta la iglesia, el número de platos que limpiaba, las estrellas que veía todo lo que podía ser contado. La historia de una niña afroamericana que creció en una época en la cual la segregación racial era una realidad y que aun teniendo, a priori, pocas oportunidades, se convirtió en una excelente matemática.  Contribuyó a la aeronáutica de Estados Unidos y sus programas espaciales. Sus cálculos de la mecánica orbital como empleada de la NASA fueron fundamentales para el éxito del primer y posteriores vuelos espaciales tripulados en su paí­s. Durante su carrera de 35 años en la NASA y su predecesor, el Comité Asesor Nacional para la Aeronáutica (NACA por sus siglas en inglés), se ganó la reputación de dominar los cálculos manuales complejos y contribuyó al uso pionero de computadoras para realizar tareas. La agencia espacial destacó su «papel histórico como una de las primeras mujeres afroamericanas en trabajar como científica de la NASA».

Katherine Johnson nació el 26 de agosto de 1918 en White Sulphur Springs, Virginia Occidental, y ya desde muy pequeña demostró su talento para las matemáticas. Desgraciadamente las leyes de segregación racial que imperaban en los Estados Unidos en aquella época hacían que una afroamericana no pudiera estudiar más allá de octavo curso en su condado natal. Decididos a que sus hijos e hijas tuvieran una buena educación, los padres de Katherine decidieron mudarse a Institute, donde estaba el West Virginia Colored Institute para afroamericanos. Se graduó a la temprana edad de 14 años y con 15 años continuó sus estudios superiores en la denominada West Virginia State College, donde consiguió sus grados en Matemáticas y Francés a la edad de 18 años. Durante sus años de estudio tuvo el apoyo de varios profesores, entre ellos la química y matemática Angie Turner King y el matemático W.W. Schiefflin Claytor, el tercer afroamericano en obtener un doctorado en Estados Unidos. El profesor Claytor vio semejante potencial en Katherine que creó asignaturas de geometría analítica y aeronáutica específicamente para ella.

En 1937 la (casi) única opción de una mujer afroamericana para trabajar fuera de casa era dedicarse a la enseñanza. Fue así­ como Katherine se mudó a Marion (Virginia) a ejercer como profesora de matemáticas, música y francés. Según sus propias palabras, fue en Virginia donde sufrió las consecuencias de la segregación racial y el racismo por primera vez de forma consciente. Aunque también fue en Virginia donde Katherine luchó de alguna manera contra esa segregación; fue uno de los tres estudiantes afroamericanos (la única mujer) seleccionados para realizar estudios de postgrado en  la West Virginia University de Morgantown.  Desgraciadamente, problemas familiares hicieron que Katherine no pudiera finalizar sus estudios.

Corría el año 1950 cuando se enteró que la NACA (National Advisory Committee for Aeronautics. NACA por sus iniciales), predecesora de la NASA (National Aeronautics and Space Administration), buscaba mujeres afroamericanas para tareas de cálculo en el Departamento de Gua y Navegación. Durante la II Guerra Mundial las agencias gubernamentales estadounidenses contrataron a miles de mujeres para realizar diferentes actividades. Después de la guerra, la NACA siguió aplicando dicha política, especialmente cuando la carrera espacial dio su pistoletazo de salida con el lanzamiento del Sputnik 1 por parte de la Unión Soviética años más tarde. Aunque no pudo conseguir el trabajo en 1950 por estar lleno el cupo de contratacón, Katherine empezó a trabajar para la NACA en 1953.

Fotograma de la película Hidden figures
Como experta en matemáticas y geometría, su trabajo consistía en realizar todas las operaciones y comprobaciones de cálculo que requerían los ingenieros aeronáuticos. Ese era un trabajo silencioso que las mujeres hacían sin preguntar nada. Pero Katherine no se conformó sólo con hacer el trabajo. Empezó a plantear preguntas como ¿por qué?, ¿para qué?, ¿como?, ¿por qué no? y pidió poder ir a las reuniones de los ingenieros para poder discutir esas cuestiones con ellos. Le contestaron que eso no era común, a lo que ella preguntó si estaba prohibido. La contestación fue que no, y fue así­  como Katherine Johnson empezó a ir a las reuniones. Con el tiempo fue destacando no sólo por sus conocimientos sino también por sus capacidades de liderazgo. A pesar de las barreras iniciales que pudo sufrir al inicio de su carrera debido a su doble condición de mujer y afroamericana, poco a poco se fue ganando el reconocimiento de sus colegas. Su asombrosa carrera como matemática, científica espacial e informática teórica la convirtieron en todo un referente en la NACA/NASA.

Fue la encargada de llevar a cabo los cálculos del Proyecto Mercury desarrollado por la ya NASA entre 1961 y 1963. Calculó la trayectoria parabólica del vuelo espacial de Alan Shepard, el primer estadounidense que viajó al espacio a bordo del Mercury Redstone 3 en 1961. Este vuelo suborbital fue realizado veintitrés días después del primer vuelo orbital de la humanidad del cosmonauta Yuri Gagarin. Según las propias palabras de Katherine "Al principio, cuando me dijeron que querían que la cápsula bajara en un lugar determinado y que estaban tratando de calcular dónde y cuándo debían hacer el lanzamiento, les dije: dejadme hacerlo. Decidme cuándo y dÓnde lo deseáis en la Tierra y os indicaré cuándo debe despejar".

 

Su magnifico trabajo no acabó ahí­. Calculó la trayectoria del Apolo 11 que llevaría el hombre a la Luna en 1969. Además sus cálculos ayudaron a sincronizar el módulo lunar con el módulo orbital. Katherine comentaba: "Yo había hecho los cálculos y sabía que eran correctos, pero podía pasar cualquier cosa". De hecho algo inesperado pasó durante la misión Apolo 13 y Katherine ayudó, una vez abortada la misión, a que la nave volviera a la Tierra implementando procedimientos y cartas de navegación.

También participó en el programa Space Shutlle y en planes de misión a Marte hasta su jubilación, en 1986, después de treinta y tres años de servicio en la NASA.

Cartel de la película
Hidden Figures (titulada Talentos ocultos en Hispanoamérica y Figuras ocultas en España) es una película biográfica estadounidense de 2016 dirigida por Theodore Melfi y escrita por Melfi y Allison Schroeder. (El título juega con el doble significado de figure/cifra y figure/silueta). Está basada en el libro de no ficción del mismo nombre de Margot Lee Shetterly. 

Hidden Figures (titulada Talentos ocultos en Hispanoamérica y Figuras ocultas en España) es una película biográfica estadounidense de 2016 dirigida por Theodore Melfi y escrita por Melfi y Allison Schroeder. El tí­tulo juega con el doble significado de figure/cifra y figure/silueta.4​ Está basada en el libro de no ficción del mismo nombre de Margot Lee Shetterly. La película està protagonizada por Taraji P. Henson en el papel de Katherine Johnson. 

Mujeres y negras, las ˜hidden figures" de las que habla Margot  Lee en su libro lograron hacerse un hueco en la historia de la NASA. En concreto, otras cuatro mujeres afroamericanas (Dorothy Vaughan, Mary Jackson, Christine Darden y Gloria Champine) acompañaron a Johnson en su peculiar lucha. Fueron discriminadas por culpa de las leyes de segregación vigentes en aquella época, "pero a la vez hicieron amistades fuertes con las otras calculadoras blancas y con los ingenieros. Recibieron el apoyo de muchos colegas", explica Lee.

Johnson fue incluida en la lista de la BBC de 100 Mujeres influyentes en todo el mundo en 2016.‹ En un video de 2016, la NASA declaró: «Sus cálculos resultaron ser fundamentales para el éxito del programa de aterrizaje de Apolo en la Luna y el inicio Programa del transbordador espacial, como lo hicieron con esos primeros pasos en el viaje del país al espacio».

Katherine Johnson murió el 24 de febrero de 2.020, a los 101 años en Newport News (Virginia). después de  haber recibido múltiples reconocimientos. El administrador de la NASA, James Bridenstine, dijo: "Nuestra familia de la NASA está triste al enterarse de la noticia de que Katherine Johnson falleció esta mañana a los 101 años. Era una heroína estadounidense y su legado pionero nunca será olvidado. "  En 2019, Johnson recibió la Medalla de Oro del Congreso por parte del Congreso de los Estados Unidos . En 2021, fue incluida en el Salón Nacional de la Fama de la Mujer.

 

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FUENTES:








Filmaffinity: Hidden figures


Wikipedia: Hidden figures



jueves, 26 de agosto de 2021

57. Sophie Germain, la Hipatia del siglo XIX

 


Marie-Sophie Germain nació en París el 1 de abril de 1.776, en el seno de una distinguida familia de la burguesía. Su padre, Ambroise-François Germain, maestro orfebre, fue miembro del Tercer Estado en la Asamblea Constituyente de 1789.


Comenzó a estudiar física a los 13 años, atraída por las obras que había sobre el tema en la biblioteca de su casa. Como las obras científicas se escribían en latín, tivo que aprender esta lengua por sus propios medios, sin ayuda. Así tuvo acceso a las obras de Newton y Euler.


La Escuela politécnica de París se fundó cuando ella tenía 18 años, pero solo para hombres, de forma que adquirió su educación utilizando el seudónimo de Antoine Auguste LeBlanc, para hacerse pasar por un hombre. Germain tuvo un interés especial en las enseñanzas de Joseph-Louis Lagrange y, bajo el pseudónimo de «Sr. Le Blanc», uno de los antiguos estudiantes de Lagrange, le envió varios artículos. Lagrange se impresionó tanto por estos artículos que le pidió a Le Blanc una entrevista y Germain se vio forzada a revelarle su identidad. Aparentemente Lagrange reconoció el talento por encima de los prejuicios y decidió convertirse en su mentor. Mantuvo una asidua correspondencia con Gauss, que tampoco conoció su identidad durante un tiempo.


Durante la invasión napoleónica de Prusia, Sophie se inquietó por la seguridad de Gauss.  Sophie temía que Gauss pudiera correr un destino similar al de Arquímedes y  entonces se puso en contacto con   uno de los generales de Napoleón Bonaparte (Pernety), a quien Germain conocía personalmente, para que le resguardara de cualquier daño ante la ocupación de la ciudad natal de Gauss en Brunswick (Braunschweig).le confió a Pernety sus temores; este localizó al matemático alemán y le dijo quien era su protectora (lo que confundió a Gauss ya que nunca había oído hablar de ella, ya que Gauss se carteaba con el supuesto «Sr. Le Blanc» ).  Entonces Germain le escribió a Gauss una carta en la que admitía su condición femenina; a lo que Gauss contestó lo siguiente:


"Pero cómo describirte mi admiración y asombro al ver que mi estimado corresponsal, el Sr. Le Blanc, se metamorfosea en este personaje ilustre que me ofrece un ejemplo tan brillante que sería difícil de creer. La afinidad por las ciencias abstractas en general y sobre todo por los misterios de los números es demasiado rara: lo que no me asombra ya que los encantos de esta ciencia sublime solo se revelan a aquellos que tienen el valor de profundizar en ella. Pero cuando una persona del sexo que, según nuestras costumbres y prejuicios, debe encontrar muchísimas más dificultades que los hombres para familiarizarse con estos espinosos estudios, y sin embargo tiene éxito al sortear los obstáculos y penetrar en las zonas más oscuras de ellos, entonces sin duda esa persona debe tener el valor más noble, el talento más extraordinario y un genio superior. De verdad que nada podría probarme de forma tan meridiana y tan poco equívoca que los atractivos de esta ciencia que ha enriquecido mi vida con tantas alegrías no son quimeras, dada la predilección con la que tú has hecho honor a ella."



En 1808, cuando Gauss fue nombrado profesor de astronomía en la Universidad de Gotinga, el interés del matemático se derivó hacia las matemáticas aplicadas y ambos dejaron de cartearse.


En 1811 Germain participó en un concurso de la Academia Francesa de las Ciencias para explicar los fundamentos matemáticos desarrollados por un matemático alemán, Ernst Chladni, aplicados al estudio sobre las vibraciones de las superficies elásticas.14​ Después de ser rechazada por dos veces, en 1816 ganó el concurso, con el trabajo que tenía por título “Mémoire sur les Vibrations des Surfaces Élastiques”. Esto le permitió convertirse en la primera mujer que asistió a las sesiones de la Academia Francesa de las Ciencias (aparte de las esposas de los miembros) y la colocó junto a los grandes matemáticos de la historia.


Sophie Germain hizo descubrimientos importantes en teoría de números, en física matemática, acústica y elasticidad.





Una de las mayores contribuciones de Germain a la teoría de números fue la demostración matemática de la siguiente proposición: si x, y, z son enteros y x5 + y5 = z5, entonces al menos uno de ellos (x, y, o z) es divisible entre cinco. Esta demostración, que fue descrita por primera vez en una carta a Gauss, tenía una importancia significativa ya que restringía de forma considerable las soluciones del último teorema de Fermat, el famoso enunciado que no pudo ser demostrado por completo hasta 1995.


no de sus trabajos más importantes fue el estudio de los que posteriormente fueron conocidos como números primos de Sophie Germain (números primos cuyo doble incrementado en una unidad es también un número primo).


Así mismo, uno de sus resultados más conocidos es el conocido como Teorema de Sophie Germain, recuperado gracias a un pie de página en una obra de Adrien-Marie Legendre en 1823. specíficamente, Sophie Germain probó que al menos uno de los números x, y, z tiene que ser divisible por p2 si puede encontrarse un primo auxiliar θ tal que se satisfacen las dos condiciones:


No existen dos potencias p distintas de cero que difieran uno en modulo θ; y

No existe ningún número tal que p sea potencia de orden p módulo θ de él.

En cambio, el primer caso del Último Teorema de Fermat (el caso en que p no divide xyz) tiene que cumplirse para cada primo p para el que pueda encontrarse un primo auxiliar.


Marie-Sophie Germain nunca se casó, y dependió económicamente durante toda su vida del soporte económico que le brindó su familia.​ Por ser mujer, no pudo vivir de una carrera profesional como matemática, pero trabajó de manera independiente durante toda su vida.


Por todas estas contribuciones, El matemático Gaspard de Prony la llamó «la Hipatia del siglo XIX». 


Falleció a los 55 años, debido a un cáncer de mama, en 1831. Pese a que la enfermedad se le había manifestado dos años antes, continuó hasta el final volcada en su trabajo.


En 1830 Gauss la propuso para el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de Gotinga, de la que era profesor y en la que tenía gran influencia. Aunque por aquel entonces su propuesta fue rechazada, sin embargo, unos meses después de la muerte de Sophie, recibió el citado reconocimiento honorífico.


J.J. Biot escribió, en el Journal de Savants, que probablemente había penetrado en la ciencia de las matemáticas más profundamente que cualquier otra persona de su sexo".26​ Definitivamente, Gauss tuvo muy buena opinión de ella y reconoció que la cultura europea presentaba dificultades especiales para una mujer en matemáticas.


Actualmente, el Instituto de Francia, a propuesta de la Academia de Ciencias, concede anualmente Premio Sophie Germain al investigador que haya realizado el trabajo más importante en Matemáticas.

Así mismo, con ocasión del centenario de su muerte, una calle de París y un Liceo llevan su nombre, y una placa, en la casa donde murió (el número 13 de la rue de Savoie) la recuerda como matemática y filósofa.






sábado, 21 de agosto de 2021

56. Mercedes Formica, la abogada que convenció a Franco para que cambiara 66 artículos del Código Civil

 


En mi búsqueda incesante de personajes para este blog, traigo hoy a alguien a la que creo "haber tardado demasiado en traer". Quizás porque para mí nuestra protagonista era alguien de la que siempre oí hablar durante mi infancia y a la que conocí personalmente en los años ´80. Esa "proximidad" me despistó un poco e hizo que pensara en ella como "alguien que siempre había estado ahí" en lugar de como una de esas mujeres que yo consideraba personas sepultadas por siglos de olvido.


Es una mujer de la que toda mujer que se considere feminista debería besar sus huellas en el polvo de las calles, pero, ¡ojo! la han hecho desaparecer de la historia porque el fanatismo y la intolerancia impone que solo se  admita a la que milita "en el mismo partido que yo", ya que fuera de mi partido no puede existir nada bueno. Necesito ahora mismo inventarme una palabra para definirlo "talibanismo ideológico", podría ser. Mercedes Formica está oculta por un burka de hormigón y de silencio que se ha acentuado en los últimos años.


Mercedes Formica-Corsi Hezode nació el 9 de agosto de 1913 en Cádiz. Hija de José Formica-Corsi y de Amalia Hezode y Vidiella; era la segunda de seis hermanos; María Luisa, Elena, Margarita, José y Marita. De familia acomodada, vivió en su ciudad natal hasta los once años, cuando se estableció con su familia en Sevilla, debido a un traslado profesional de su padre, ingeniero industrial, que pasó a dirigir la Compañía de Gas y Electricidad en la capital andaluza; de eso trata el primer volumen de sus memorias,  "La infancia".


Al empeño de su madre, que sufría graves problemas en su matrimonio se debió que quisiera que sus hijas estudiasen y pudieran mantenerse. Mercedes estudió el bachillerato, primero en el colegio de Santa Victoria de Córdoba y más tarde en el Valle de Sevilla. En 1931 preparó en una academia el acceso a la universidad, y al año siguiente se matriculó en Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla, donde era una de las pocas alumnas existentes.

Sus padres se divorciaron. Su madre, "chapada a la antigua" no consintió el divorcio «amistoso», y quedó a merced de una ley que oprimía  a los débiles, lo que suponía, en esa época perder todo: casa, bienes, custodia de los hijos...

Así, su padre  que vivía con su amante en Madrid, decidió unilateralmente que su único hijo varón, de 6 años, fuera enviado a un internado en Gibraltar y exigió la residencia obligada  de la madre  en Madrid con sus cuatro hijas, donde pasaron apuros económicos. (La liquidación de la sociedad de gananciales no se realizó debidamente y los bienes fueron vendidos o disimulados)  En teoría el niño debía pasar las vacaciones alternativamente con sus padres, pero esa cláusula no se cumplió con la madre. 

La Guerra Civil y la situación familiar la obligó a hacer una pausa en sus estudios universitarios.

Durante la Guerra Civil se casó con Eduardo Llosent y Marañón, intelectual del círculo sevillano, editor de la revista de Mediodía, órgano de la Generación del 27 en la capital hispalense.​ La pareja residió en Sevilla hasta el final de la guerra, cuando Eugenio d'Ors, director general de Bellas Artes, nombró a Llosent director del Museo de Arte Moderno de Madrid.

Terminó la carrera de Derecho en Madrid en 1948. Cuando terminó la carrera decide opositar al cuerpo de diplomáticos y descubre que, entre los requisitos, figuraba el "Ser varón",   así que, no le quedó otra que  empezar a ejercer como abogada. Un desgraciado hecho marcó la vida de Mercedes Formica: Una mujer llamada Antonia Pernía, víctima habitual de malos tratos. fue asesinada por su marido de 12 puñaladas. Había intentado separarse varias veces, pero el abogado le había informado de que en ese caso perdería todo lo que tuviese, incluidos los hijos. Y además tendría que vivir con el estigma de "mujer separada", algo así como "la letra escarlata". Por eso Antonia decidió aguantar, hasta aquel verano de 1.953, en el que esa decisión le costó la vida. Aquella noticia, que hoy apenas ocuparía un par de minutos en los informativos de la televisión, causó un gran impacto emocional en Mercedes, sabiendo como sabía lo que había que tenido que pasar su madre.

La "reformica"

Por entonces, Mercedes llevaba ya varios años de práctica de la abogacía, habiendo instalado en su propia casa un bufete que defendía a mujeres maltratadas, el asesinato de Antonia Pernía fue como una ola que se forma mar adentro y va cogiendo fuerza y tamaño hasta romper en la orilla. Y ¡vaya si rompió! Mercedes envió a ABC un artículo titulado "El domicilio conyugal", en el que denunciaba el doble rasero con el que la ley medía a hombre y mujeres. Aunque la censura lo retuvo tres meses, finalmente el director dio el visto bueno a la publicación.

Mercedes Fórmica estaba acostumbrada a recibir gestos de escepticismo de los jueces cuando en los procesos de separación reclamaba que fuese el hombre y no la mujer el que hiciese las maletas. «Está usted loca. ¿Cómo podemos tolerar que un hombre salga de «su» casa?», solían decirle.

Como la legislación consideraba que la residencia familiar era «del marido», la mujer que fuera maltratada por él y que quisiera separarse, perdía el derecho a la casa. Frente a ello Formica defendió que la vivienda era propiedad de la familia, y que quien debía abandonarla era el cónyuge culpable de la ruptura, fuera quien fuera, no el que la padeciera.

Mercedes Formica en la famosa foto
de Inge Morath
Durante semanas el periódico recibió más de 100 cartas diarias. Y no sólo eso, sino que la prensa británica y norteamericana también se hizo eco. La agencia Magnum Photos dirigida por Robert Cappa envió a España a Inge Morath. La primera fotógrafa incorporada a la prestigiosa agencia, la inmortalizó en el reportaje World of women junto a otras contemporáneas destacadas en sus países como Federica de Grecia, la doctora Han Suyin de Singapur y la científica norteamericana Eugenie Clark. Mercedes Formica, austera a punto de la madurez, entre la diagonal torera y el medio perfil, en pie de mantilla negra con sereno atractivo en un balcón de Madrid en blanco y negro. La campaña recibió un gran número de cartas alentadoras de todo el mundo y el apoyo de periódicos de Estados Unidos, Cuba, Argentina, México, Brasil, Inglaterra, Italia, Dinamarca, Suiza…  En ese debate legal se empeñó durante cinco años sin desmayo la abogada Formica hasta que, en 1958, el mismísimo Francisco Franco la llamó a capítulo en su residencia de El Pardo. Había rumores malintencionados de que ella quería implantar el divorcio, lo que era falso. Acudió a la entrevista para desmentirlo, para explicar su punto de vista y para que sus reclamaciones no cayeran en saco roto. Cuando, al regresar a casa, su marido le preguntó por el resultado del encuentro, sólo comentó: «Creo que me ha comprendido». Por supuesto que la comprendió. No en vano Franco sabía por propia experiencia lo que era tener un padre violento y ser hijo de padres separados.

Su auténtica primera victoria fue cuando en julio de 1956 el juzgado de primera instancia 3 de Madrid emitió una sentencia en la que el magistrado resolvió que la esposa siguiese ocupando el domicilio conyugal, debiendo abandonarlo el marido. Franco no tuvo más remedio que acceder a sus peticiones y a regañadientes puso en marcha lo que se llamó popularmente "la re-formica" del Código Civil, reformándose 66 artículos del Código Civil (eliminó el "depósito de la mujer", la "casa del marido" pasó a denominarse "domicilio conyugal", y, a nivel civil, el artículo 105 del Código Civil consideró causa de separación "el adulterio de cualquiera de los cónyuges". ) En los cinco años transcurridos entre la aparición del artículo y la reforma del Código Civil Mercedes Formica no dejó de calentar el ambiente publicando varios artículos, pronunciando conferencias. También escribió una novela titulada "A instancia de parte", bajo el seudónimo de Demetrio Ron, donde se destapaba el espinoso tema del tratamiento del adulterio en la ley. El escándalo de la forma en que muchos hombres se libraban de una esposa no deseada apoyados en la forma en la que una acusación de adulterio, incluso no probada, bastaba para ello.

El cambio se produjo el 24 de abril de 1958, tras una ardua campaña en solitario a favor de la mujer y después de obtener el beneplácito del propio Franco, las Cortes Españolas aprobaron la reforma de sesenta y seis artículos del Código Civil. Se trató de la mayor reforma sufrida por este cuerpo legal desde su promulgación en 1888. Fue conocida en honor de su impulsora como la 'Reformica'.

En 1960 su matrimonio fue declarado nulo. Dos años después se casó con José María González de Careaga y Urquijo, fue un político e ingeniero industrial vasco, alcalde de Bilbao. Mercedes Formica murió en Málaga el 22 de abril de 2.002.

Mercedes Formica y Falange 

En una gran parte, la culpa de esa damnatio memoriae a la que se ha sometido a nuestra protagonista fue por habérsele colgado la etiqueta de falangista.

Cuando tenía 20 años, oyó por la radio en casa de unas amigas un discurso de José Antonio Primo de Rivera, de quien no había oído hablar a ese momento. Un día decidió rellenar la ficha para afiliarse al Sindicato Español Universitario (SEU). Poco después fue nombrada delegada del SEU de la Facultad de Derecho.​ Su vida se orientó desde entonces a compaginar sus estudios universitarios con la participación en actividades de Falange Española.

Pero no se puede pasar por alto su evolución ideológica. Tras el fusilamiento del fundador de la Falange, Formica apostó por la disolución del movimiento. Cuando Franco decretó la unión de falangistas y tradicionalistas durante la Guerra Civil, Formica llegó a llamar a la Falange “amalgama monstruosa” y “albondigón”. La abogada gaditana, joseantoniana convencida, se fue apartando del movimiento durante la dictadura.

Las ideas de Formica chocaban frontalmente con los dogmas de la Sección Femenina de la Falange Española, que consideraba a la mujer un ser nacido para servir al varón. La abogada mantuvo discusiones constantes con Pilar Primo de Rivera, líder de esta organización.

En 1951, se celebró en España el primer Congreso Femenino Hispano-Americano y Pilar Primo de Rivera encargó a Formica una ponencia sobre el trabajo y la mujer. Cuando la Falange recibió el texto, lo censuró inmediatamente “porque reivindicaba la plena capacitación de la mujer. Era feminista”. La cúpula de la Sección Femenina dijo a la abogada que el texto se había perdido. Pero diez años más tarde, Pilar Primo de Rivera incluyó algunos párrafos literales del texto "perdido"  en la Ley de derechos políticos, profesionales y de trabajo de la mujer.

Las personas cercanas a ella saben que se llevaba a matar con Pilar Primo de Rivera. “La Sección Femenina la apartó, porque consideraba que no era ‘trigo limpio’.

La polémica del busto


En 2.003 se cumplieron 100 años del nacimiento De Mercedes Formica. Se programaron diversos actos, que terminaron con la colocación de un busto en una plaza de casco antiguo de Cádiz, delante de un edificio municipal en el que se encuentra la Fundación Municipal de la Mujer.

Menos de un año después, El 6 de octubre de 2015 el Ayuntamiento de Cádiz, gobernado por Podemos retiró el busto y lo "escondió" en el interior de la Biblioteca del edificio delante del cual estuvo colocado. Ante el aluvión de protestas, desde el Ayuntamiento se anunció que no se había retirado por motivos políticos, sino para protegerlo. Lo que fue inmediatamente desmentido por la concejala delegada de la Mujer, Ana Camelo que manifestó que se había retirado precisamente por ser una mujer representativa del franquismo, mujer de su casa, abnegada y esposa perfecta.

Solo un poco después,  en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica el Ayuntamiento de Madrid, presidido por la alcaldesa del mismo partido que el que retiró el busto de Cádiz,  aprobó en 2.017 una edición especial del callejero oficial cambiando el nombre de 52 calles, momento en que se asignó una calle a Mercedes Formica.

El último acto de este sainete lo protagoniza un grupo de intelectuales de Málaga que ha solicitado al Ayuntamiento de Cádiz el busto ya que si ellos no lo quieren, en Málaga, ellos están dispuestos a colocarlo en un lugar de honor.

Solo puedo atribuir la desorientación de Podemos al hecho de que, ciertamente, no hay nada más alejado al arquetipo de la actual ministra de Igualdad y su guardia pretoriana, que la gaditana Mercedes Formica. 

Voy a terminar dejando que, entre tantos dimes y diretes, Francisco Umbral, nada sospechoso de plegarse a lo políticamente correcto ponga el punto final refiriéndose a ella como “reina del feminismo nacional sin gritos”

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FUENTES: Los artículos de El País que no están enlazados son de lectura bajo suscripción y por eso no he podido obtener su url.

- ANA RAMIREZ: "De falangista a feminista: Mercedes Formica, la mujer que desafió a Pilar Primo de Rivera". El Confidencial, 17/6/2019

- MIGUEL SOLER GALLO: "Mercedes Formica o el vaivén de las circunstancias". Diario de Cádiz, 30/4/2017.

- ROSARIO RUIZ FRANCO: "Mercedes Formica Corsi-Hezode". Real Academia de la Historia.

- VIDAL ARRANZ: "Mercedes Formica, la falangista feminista que convenció a Franco". El Norte de Castilla, 19/5/2019.

- MIGUEL ROVIRA: "Pioneras olvidadas por el feminismo y la historia".: Mercedes Formica. El Liberal, 13 /3/2021.

- JOSÉ ANDRÉS ROJO: "El coraje de dinamitar las propias ideas". El País, 7/8/2016.

- GUILLERMO BUSUTIL: "Mercedes Formica: Código de mujer". El País, 3/8/2016.

- "JESÚS. A. CAÑAS: Mercedes Formica, reconocida en Madrid y escondida en Cádiz". El País, 23/7/2016

- ISAÍAS LAFUENTE: "La «reformica» de Mercedes". ABC, 7/11/2003.

- WIKIPEDIA: Mercedes Formica.













martes, 17 de agosto de 2021

55. Luisa Ignacia Roldán, escultora de cámara de dos reyes

 


Un matrimonio no deseado por su padre, nobles viviendo por encima de sus posibilidades que menospreciaban a los artistas hasta no pagarles los encargos, un carácter fuerte que le llevó hasta declararse ella misma oficialmente pobre y un talento descomunal para trabajar todo tipo de materiales al hacer esculturas, son algunos de los ingredientes que nos encontramos al repasar la vida de una sevillana que se ganó un puesto entre los hombres de aquella época. Y eso era muy difícil. Sobre todo en unos años sumidos en una crisis hasta el punto que en la misma corte pasaba grandes estrecheces.  En pleno auge del Barroco, se convirtió en la primera  escultora de la corte de España en el reinado de Carlos II de Carlos II y repitió en el cargo con Felipe V, gracias a su trabajo y talento, y se ganó la vida con una profesión con la que pocas mujeres lo habían hecho antes.

Luisa Ignacia Roldán nació en Sevilla en 1652, hija del mejor escultor de la segunda mitad del siglo XVII, Pedro Roldán.

Como es natural, Luisa y sus siete hermanos se puede decir que "echaron los dientes" en el ajetreadísimo taller de su padre. Gubias, buriles, formones, limas, tornos, sierras y demás herramientas de escultura debieron ser sus juguetes, imitar a los maestros y aprendices, sus juegos. Su padre, profesor de dibujo además de famosísimo escultor (1), seguramente dibujaría a veces para entretener a su numerosa prole, con lo que esas inapreciables enseñanzas serían adquiridas por ella casi sin darse cuenta. Su hermana Francisca se decantó por la policromía, mientras que Luisa y María se encaminaron a la escultura. Pero Luisa  destacó rápidamente sobre sus hermanas. Es más que posible que Luisa colaborara en las esculturas de su padre, de forma anónima, claro está. De hecho, parece al menos una vez incluso mejoró una: un San Fernando de Pedro Roldán fue rechazado por los comitentes, que lo consideraron mal proporcionado. Luisa reformó las piernas y la cabeza y la obra fue inmediatamente aceptada.

El caso es que Luisa se enamoró de un aprendiz, Luis Antonio de los Arcos. Se dieron mutuamente palabra de matrimonio. Pero Pedro Roldán se opuso totalmente a la boda, aunque varias de sus hijas (concretamente tres) se casaron con escultores sin que el padre pusiera la menor resistencia. Pensando bien diremos que temía que con un matrimonio se malograra la carrera artística de Luisa, o que deseaba un marido de más altura que un aprendiz para su hija; pensando mal digamos que no quería dejar escapar el chollo: una hija que era tan artista como él, o mejor, y cuyas obras, que se hacían pasar por obras del padre, aumentaban la fama de éste.

Cuando un padre se mostraba contumaz en prohibir a su hija casarse con alguien sin que aparentemente hubiera motivos justificados para ello, se podía acudir a la justicia, lo que hizo el pretendiente, declararon testigos de que ambos se habían dado palabra de matrimonio libremente, probablemente se investigó discretamente si el chico llevaba una mala vida, tenía cuentas pendientes con la justicia o tenía vicios o malas costumbres. Se comprobó que no había impedimentos por parte de Luisa que hicieran un matrimonio nulo. Llegados a este punto, se sacaba a la chica de su casa y se la "depositaba" en casa  de una familia conocida por sus buenas costumbres o en un convento hasta el momento de la boda, para que  el padre no pudiera presionarla. Se llevó a la joven a casa del dorador Lorenzo de Ávila, para «tenerla en su poder con la guarda y custodia necesaria y que no la entregara a persona alguna sin licencia y mandamiento judicial» (el auto se encuentra firmado en Sevilla el 17 de diciembre de 1671).  El matrimonio, por fin, se celebró ocho días después en la Iglesia de San Marcos, con numerosos testigos, pero sin la presencia del padre de la novia. También se cree que las relaciones con su padre mejoraron después de la boda, ya que constan algunas colaboraciones entre ellos, actuando ella ya como artista independiente. La pareja tuvo siete hijos, de los cuales cuatro murieron de niños. Luisa continuó con su oficio de escultora, ya como artista independiente de su padre. Esta reconciliación parece confirmada, porque Pedro Roldán la incluyó en su testamento, en las mismas condiciones que al resto de sus hijos.

Es posible que la reconciliación entre Luisa y su padre se sellara con
“La Exaltación”, en la que participaron juntos. Pedro
talló el Cristo y Luisa los ángeles pasionarios y los ladrones.

A este período sevillano corresponden el encargo de Dolorosas para procesionar en Semana Santa y, aunque no haya ninguna documentada, se cree que son suyas la Virgen de la Regla, que pertenece a la Hermandad del Prendimiento, la Virgen de la Sede que se puede ver en el Hospital de los Venerables o la Virgen del Carmen en el convento carmelita de Santa Ana.

A continuación La pareja vino a Cádiz, de donde le habían llegado varios encargos. Estuvieron dos años, y Luisa dejó también varias obras en distintos pueblos de la provincia. Al restaurar el "Ecce Homo" que se encuentra en la catedral, apareció en su interor un papel, escrito por la escultora, donde ella se presenta como "insigne artista" y señala que su marido realizó policromía y dorados.


"Ecce homo" de la catedral de Cádiz
obra de Luisa Roldán


 

Documento hallado en el interior del "Ecce Homo",
firmado por la escultora 




Lo mismo ocurrió en la restauración de las esculturas de los patronos de Cádiz San Servando y San Germán, igualmente en la catedral.

Los patronos de Cádiz, en la catedral


A continuación marcharon a Madrid. Allí tuvieron una vida difícil, con muchas privaciones. Aunque Luisa fue nombrada escultora de cámara del rey Carlos II. Este nombramiento llegó con fecha 15 de octubre de 1692.  la corte pasaba auténticas estrecheces. Los trabajos que efectuaba estaban mal pagados e incluso tenía dificultades para cobrar, pues en aquella época, la situación general del reino era mala por la deficiente administración y la corrupción. Se tienen noticias de que la propia esposa del embajador francés se quejaba de que ni siquiera en Palacio había ni pan ni carne para comer y se pasaba hambre. Luisa a menudo no recibía el salario de 100 ducados anuales que se le había  asignado. Hay documentos de las peticiones que la escultora dirigió al rey y la reina. En diversas peticiones Luisa declara que no tiene medios para alimentar a sus hijos, pide ayuda para alimentación y vestuario pide que se le concedan habitaciones en la casa del Tesoro,  donde vivían los criados de la corte, pide el cargo de «ayuda de furriel» (criado) para su marido. La respuesta a esta petición fue "no hay plazas disponibles". La carrera como escultor de Luis Antonio no arrancaba (nunca arrancó), de forma que él sólo colaboraba realizando la policromía de las obras de su mujer. Luisa hacía también pequeños grupos escultóricos de terracota, cuya técnica dominaba desde su juventud para ricos burgueses y nobles, y belenes de estilo italiano, pero no era suficiente para mantener la familia.


Este tipo de imágenes se puso de moda entre nobles y burgueses
acomodados, pero a pesar de realizar muchas a menudo no recibía el pago
comprometido

Las penurias económicas, la muerte de cuatro hijos de niños fue causando desavenencias matrimoniales. El tema de la relación de la Roldana y su marido ha sido siempre fuente de controversia. Muchas hipótesis han mantenido que Luisa fue desgraciada en su matrimonio, que su marido era un inútil y que ella tuvo que trabajar mucho y mantener a la familia. Sin embargo, ella misma lo describe como “viril, hermoso, activo, cargado de pasión y energía” en una nota escondida en la escultura Arcángel San Miguel aplastando al diablo. Parece que en lo que a la relación de Luisa con su marido respecta, no hay consenso. Pero no deja de ser interesante la teoría que crece al respecto de esta estatua, una de sus obras más célebres. Se dice que Luisa Roldán se aurorretrató en San Miguel  y puso el rostro de su marido en el demonio.

San Miguel venciendo al diablo.
Basílica del Escorial

A la muerte de Carlos II Luisa Roldán presentó al nuevo rey dos obras, un Entierro de Cristo y un Nacimiento.

"Entierro de Cristo", una de las obras que presentó a Felipe V
para   que le renovara el nombramiento de Escultora de Cámara.
Nueva York, Metropolitan Museum of Art.

Con fecha de octubre de 1701 Felipe V le concedió otra vez el nombramiento de escultora de Cámara   Sin embargo no tuvo posibilidad de disfrutar de lo que podría haber sido una nueva etapa económica para ella, porque falleció en 1706, habiéndose presentado pocos días antes para ser declarada oficialmente pobre Luisa murió en Madrid, a los 53 años, sumida en la pobreza. En la iglesia parroquial de San Andrés (Madrid) se encontró la partida de defunción con fecha 10 de enero de 1706.

Si os interesa saber más del personaje os dejo un enlace a un bonito documental de 41 minutos que está en la web de rtve: Luisa Ignacia Roldán "La Roldana."


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(1) Estudió dibujo en la academia creada por Murillo.


viernes, 13 de agosto de 2021

54. Marie Gabrielle Capet. la pintora a la que un robo sacó de la sombra

 

Autorretrato de Marie-Gabrielle Capet

Retrato del escultor Houdon
trabajando en el busto de Voltaire
Un domingo  de diciembre de 1925, una pequeña pintura desapareció del Museo de Bellas Artes de Caen, en el noroeste de Francia. La pintura no se recuperó y, con el paso del tiempo, estuvo casi en el olvido…. pero no del todo. casi noventa años más tarde, en enero de 2012, un retrato en miniatura, de autor desconocido, y sin precio de reserva, llegó a subasta en París. Un amante del arte de ojos agudos reconoció que se parecía mucho a la pintura de Caen, desaparecida durante mucho tiempo. El trabajo fue retirado rápidamente de la venta, y el examen posterior confirmó que se trataba efectivamente de la pintura perdida:  una obra de la artista francesa del siglo XVIII Marie-Gabrielle Capet, el retrato del escultor Jean-Antoine Houdon trabajando en el busto de Voltaire. El retrato ya se vuelve a ver en su lugar en Caen, totalmente restaurado.

Este redescubrimiento fortuito, y la posterior gran exposición de las obras supervivientes de Capet, han actuado como catalizadores para la rehabilitación de su reputación que, como la miniatura, había sido en gran parte olvidada después de su muerte.

Nacida en Lyon el 6 de septiembre de 1.761. Poco se sabe de su infancia y de su primera formación, solamente que fue hija de humildes sirvientes, pero parece claro que demostró una considerable habilidad artística desde una edad muy temprana. Marie-Gabrielle,  ya a los 19 años cuando llegó a París para estudiar pintura,  era ya una consumada pintora al pastel. Evidentemente, Marie-Gabrielle había atraído la atención de una de las grandes damas de la pintura francesa, Adélaïde Labille-Guiard, quien la aceptó como estudiante en su estudio. Marie-Gabrielle pronto tomó precedencia sobre las numerosas otras protegidas femeninas de Adélaïde. Había nueve de ellos en total, colectivamente conocidos como “Les Demoiselles”.

Dos años más tarde, gracias a su dominio en la pintura al óleo se le permitió presentar sus primeros autorretratos. Expuso desde 1781, un gran número de retratos, de los cuales los más conocidos son los de Madame Adelaida y Madame Victoria (tías de Luis XVI) y el de Madame Labille-Guiard con sus alumnas. Sus principales obras se exhiben en el Salon de la Jeunesse (Salón de la Juventud) y más tarde en el Salón de la Correspondence. Con el apoyo de Adélaïde, comenzó a obtener encargos de la clase media, alta y de la nobleza, llegando incluso a la realeza. Las miniaturas formaron una parte importante de su producción.

 

Autorretrato con 22 años 
Marie-Gabrielle había recorrido un largo camino artístico, cuando a los 22 años realizó su famoso autorretrato. Se trata de una obra alegre en la que se muestra con la actitud de una mujer joven y en la que también pudo hacer alarde de su habilidad técnica. Esta pintura provocó que el Journal de Paris la describiera como una artista «que, entre las virtuosas femeninas, tiene el toque y el dibujo más seguro».


También aparece en el monumental autorretrato que la representa con su maestra y una compañera de estudios.  Marie-Gabrielle es la figura se inclina hacia adelante con entusiasmo, admirando el trabajo en progreso de su maestra vestida de manera elaborada. Su compañera de estudios, Marie-Marguerite Carreaux de Rosemond, está detrás, rodeando afectuosamente a Marie-Gabrielle con el brazo, en ese momento, una representación significativa del afecto externo de una persona nacida noble a otra de origen humilde.

Autorretrato con Madame Labille-Guiard
y Margarite Carreaux de Rosemond

Durante este período, el papel de las mujeres artistas fue muy polémico. De hecho, muchos comentaristas masculinos fueron extremadamente críticos con la idea de que las mujeres pintaran. Sus objeciones se centraban típicamente en los méritos relativos de las obras de mujeres, disputando su autoría real (“ninguna mujer podría haber hecho esto sin ayuda”) o denigrando los géneros, como las miniaturas o las escenas domésticas, a los que las mujeres a menudo estaban confinadas involuntariamente. Algunas de estas críticas también llegaron a impugnar la moral o la propiedad de las mujeres que habían optado por salirse de las normas sociales al intentar establecer carreras independientes como artistas .
Marie-Gabrielle tuvo la suerte de que su maestra, Adelaida Labille-Guiard, fuera una de las pocas mujeres a las que generalmente se reconocía como una eminencia particular. En 1783, Adélaïde recibió el inusual honor de ser admitida en la Academia, más formalmente conocida como Académie Royale de Peinture et de Sculpture, lo que le otorgó el derecho a exhibir su trabajo en el Salón. Su admisión, junto con la de la celebrada Elisabeth Vigée-Lebrun, por encima de cuotas autoimpuestas de la Academia de no admitir más de cuatro “realmente excepcionales” miembros femeninos. En opinión de la Academia, este límite numérico de las mujeres era “suficiente para honrar su talento: las mujeres no pueden ser útiles para el progreso de las artes porque la modestia de su sexo les prohíbe poder estudiar después de la naturaleza [es decir, desnudos masculinos] y en la [Academia]" . Estos inconvenientes, dijeron, significaban que las mujeres no eran capaces de crear lo que entonces se consideraba la forma más elevada de pintura, las llamadas pinturas de “historia”. Se trataba de grandes obras al óleo o al fresco, que capturaban un momento de una historia, con múltiples personajes que interactuaban, aunque no necesariamente históricos. Por lo general, se los consideraba superiores a los retratos o paisajes, ya que requerían toda la gama de habilidades pictóricas.

A pesar de (o tal vez debido a) estas restricciones institucionales y culturales, Adélaïde, con su taller de estudiantes mujeres, fue particularmente activa en la promoción del papel de las mujeres pintoras. Su Autorretrato con dos estudiantes fue presentado al Salón en 1785 como parte de su campaña para establecer el papel legítimo de las mujeres como participantes plenas en el arte, y para sellar sus propias credenciales en particular. También presionó activamente, aunque inicialmente sin éxito, para que se eliminara, o al menos aumentara, el límite de "cuatro mujeres". En un momento, incluso logró obtener una orden judicial para destruir panfletos difamatorios distribuidos por un crítico anónimo que contenían chismes lascivos sobre su ética sexual y profesional.
Con los años, Marie-Gabrielle llegó a formar una relación cercana y, en muchos sentidos, mutuamente beneficiosa con Adélaïde. Ella era su alumna, su modelo ocasional, su asistente y, en última instancia, de hecho, su hija sustituta . Marie-Gabrielle nunca se casó y se convirtió en una parte permanente de la casa de Adélaïde, viviendo con ella durante toda la vida de esa artista (incluso en su taller en el Louvre) y continuó viviendo allí incluso después del matrimonio de Adélaïde con el pintor François Vincent. Marie-Gabrielle también llegó a formar una cálida relación hija-padre con François, llamándolo “père” (padre) y continuando trabajando en su taller después de la muerte de Adélaïde.
El taller de Madame Vincent

La propia Marie-Gabrielle capturaría más tarde esta relación duradera en El taller de Madame Vincent. Esta pintura representa a Adélaïde (Madame Vincent) dedicada a pintar al artista / senador Joseph-Marie Vien, el maestro del esposo de Adélaïde, François, en compañía de varios amigos, alumnos y miembros de la familia Vien. Marie-Gabrielle se ha retratado a la izquierda del lienzo, mirando directamente al espectador y sosteniendo en la mano la paleta de Adélaïde, sobre la que acaba de preparar los colores. La escena es como una genealogía de la familia artística de Marie-Gabrielle, con Vien como su “abuelo” artístico, ya que fue maestro de François , quien a su vez enseñó a Adélaïde, quien a su vez enseñó a Marie-Gabrielle.

La Revolución Francesa planteó problemas a artistas como Adélaïde y Marie-Gabrielle, que anteriormente habían gozado de un importante patrocinio real. Sin embargo, a diferencia de Élisabeth Vigée-Le Brun, que huyó de Francia, ambos se quedaron, pero se reajustaron un poco como pintores de figuras revolucionarias. También se beneficiaron del aumento del número de salones de arte durante la década de 1790 y de la decisión posrevolucionaria del Salón Carré del Louvre de dar la bienvenida a todos los artistas en 1791, ya fueran miembros de la Academia o no. Marie-Gabrielle estaba entre las 21 mujeres representadas allí ese año (había 236 hombres), y continuó presentando obras en los años siguientes.
Marie. Gabrielle Pintó su última composición al óleo en 1815 y luego abandonó la pintura. Murió en 1818 en París.