Aviso: esto no lo he escrito yo. Lo publicó en un grupo de Facebook al que pertenezco Jorge Carlos Hernández González, que a diario nos deleita con historias sobre interesantísimos personajes y acontecimientos dignos de conocer y recordar. Ante la imposibilidad de compartir su publicación (no me manejo muy bien en Facebook), pesa más mi convencimiento de que esta historia sea conocida y su protagonista, honrada, que cualquier otra consideración. Espero que Jorge Carlos no se moleste. Desde aquí le animo a abrir su propio blog para abrir al mundo sus historias. Una vez establecido que no me gusta adornarme con plumas ajenas, pasamos a la verdadera protagonista, a la que conoceremos por el nombre de Phillis Wheatley, a falta de su verdadero nombre, que nunca conoceremos. Apartir de aquí TODO el texto pertenence a Jorge Carlos:
Phillis Wheatley (1754-1784)
“Fue llamada Phillips, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró.
Había nacido en Senegal.
En Boston, los negreros la pusieron en venta:
-¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!
Fue palpada, desnuda, por muchas manos.
A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca.
Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados. Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta.”
Phillis Wheatley, fue la primera escritora afroamericana en publicar un libro en los Estados Unidos.
En Wikipedia se pueden encontrar algunos datos más para rellenar este aarmazón, aunque no muchos más.
Phillis Wheatley (1754-1784)
“Fue llamada Phillips, porque así se llamaba el barco que la trajo, y Wheatley, que era el nombre del mercader que la compró.
Había nacido en Senegal.
En Boston, los negreros la pusieron en venta:
-¡Tiene siete años! ¡Será una buena yegua!
Fue palpada, desnuda, por muchas manos.
A los trece años, ya escribía poemas en una lengua que no era la suya. Nadie creía que ella fuera la autora. A los veinte años, Phillips fue interrogada por un tribunal de dieciocho ilustrados caballeros con toga y peluca.
Tuvo que recitar textos de Virgilio y Milton y algunos pasajes de la Biblia, y también tuvo que jurar que los poemas que había escrito no eran plagiados. Desde una silla, rindió su largo examen, hasta que el tribunal la aceptó: era mujer, era negra, era esclava, pero era poeta.”
Phillis Wheatley, fue la primera escritora afroamericana en publicar un libro en los Estados Unidos.
En Wikipedia se pueden encontrar algunos datos más para rellenar este aarmazón, aunque no muchos más.
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